Lo que nos gusta de una buena mousse, aparte de su sabor, es que las burbujas de aire dejen en la boca esa sensación tan agradable de suavidad y ligereza. El secreto para conseguirla: mucha paciencia y dedicación. A base de mucho esfuerzo, las nuestras tienen el sabor y la textura ideales que las convierte en complemento perfecto para acompañamientos o rellenos de lo más variados.